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Cantos de Berce " La dulzura que sale del Corazón"
Desde los tiempos más remotos, la música ha servido al hombre para comunicarse y expresarse.
En los niños, ésta ejerce un gran impacto que se convierte en fuente de actividad, energía, movimiento, alegría y juego.
todo tipo de sonidos son los que experimentamos desde antes de nacer en el vientre de nuestras madres ,los cuales continúan con: cantos de berce ,arrolos o arrorro cualquiera de sus nombres que adopta este género en la peninsula iberica.
Un
susurro, una melodía suave y el movimiento
acompasado fueron
desde el principio de la vida la receta
con la que dormian a los
niños, especialmente sensibles
para captar esas sonoridades y
abaneos envueltos de afectividad.
El remedio de todos los males y
llantos está en el cariño y amor que desprendian esos: cantos,
auténtica poesía inocente que nos cantaban nuestros padres y
abuelos.
Cantos de tradición oral que crean un vinculo hermoso
de la familia , esa tradición que sin querer establece un lazo de
union de generacion en generación.
Estos cantos de cuna solian ser interpretados casi siempre por las madres ,esas luchadoras que cargaban con el peso familiar mas duro.
eran melodías repetitivas y de ritmo lento, lo que facilita su interpretación. En ocasiones se emplean en otros ámbitos, cambiándole la letra. Su temática es muy variada: el miedo, las preocupaciones, ... No era raro hablarles de cosas que les asustaban como animales o seres fantasticos.
Se cree que los cantos de berce se llevan empleando desde tiempos inmemorables. En 1072 el escritor turco Mahmud al-Kashgari habla en su libro de los cantos de cuna turcos llamados 'balubalu' .
Muchos
versos medievales que hablan del nacimiento del niño jesús
pasaron la cultura popular con forma de arrolos.
Muchos
compositores clásicos se inspiraron en los arrolos populares para
sus creaciones. Desde Brahams ,Chopin, Falla, Stravinskii, Franz
Liszt, y otros muchos compusieron también este tipo de piezas.
Curiosamente
el Arrorró compuesto por el canario Teobaldo Power se convirtió
en 2003 en el Himno de la Comunidad Autónoma de Canarias.
Cantos casi susurrados con dulzura y mucho amor , que no necesitaba de una excelente lirica para su propósito ,consiguiendo una combinación hermosa y muy natural con un solo fin :
"el sueño mas lindo."
preciosas melodías cantadas por todo tipo de madres y padres, con o sin conocimiento musicales, y no por eso, se interpretaban con mucha maestría, pero, si con dulzura musical que sale del corazón.
Esta no es otra que la música tradicional de nuestro pueblo, legado que nos dejan nuestros antepasados y que se extiende y se extenderá mientras no dejemos de cantar a nuestros pequeños , y así regalaremos la mayor herencia : la sabiduría popular, la cual se hará inmortal.
A Laxe da Danza.
En tiempos de antaño, en la zona más alta de la calle real, en el barrio de Cantodarea, pegada a la antigua barbería de José, se levanta postrada por el tiempo una gran piedra, punto de reunión para los vecinos que por aquel entonces se juntaban para limpiar las cestas del pescado, jugar los más pequeños, e incluso tender al clareo las prendas más delicadas para que así cogiesen su color más natural.
Piedra o "laxe" es como en Galicia se denomina a una piedra de gran tamaño y que los lugareños del barrio de Estribela y cantodarea la llamaron "A Laxe da Danza".
Esta majestuosa obra de la naturaleza, esconde muchos secretos en su longeva vida ya que en ella han ocurrido los hechos más fantásticos que muchos vecinos cuentan de su infancia, desde los amores y desamores de algunos de estos, hasta los encuentros más furtivos bajo la excusa de los bailes más importantes de la contorna, hecho el cual nos lleva a hablar de esta laxe.
En 1942 en la publicación del cancionero musical de Galicia del investigador gallego Casto Sampedro, nos cuenta que en este lugar se bailaba la llamada "Muiñeira dos Vellos" nombre que así adoptaba este baile ya que en ese día en cuestión solo lo bailaban los viejos.
Estos bailes eran de parejas, hombre y mujer bailaban a ritmo de muiñeira, ritmo autóctono del folclore gallego, en un concurso que denominaba quienes eran los mejores bailadores del suelto en la contorna.
Se fundían en un gran duelo al ritmo de una gaita tocada casi siempre sola o bien acompañada por tambor y castañuelas que algunos bailadores tocaban al ritmo acompasado de la música.
Recordaremos que las castañuelas se usaron en las danzas de espadas do Cantodarea y de Marín, aunque a día de hoy no se utilicen, bien por no ser capaces como lo hacían aquellos rudos marineros con alma de danzantes y bailarines o bien por dejadez de unas personas que no buscan la autenticidad de unas danzas tan importantes en el pueblo a costa del mero lucimiento de un día, con un folclore destruido por la evolución sin control de la misma.
Hombres y mujeres participaban en un concurso que se hacía o bien el día de las fiestas del patrón a última hora o al día siguiente de la misma.
Recordemos que Marín se fundó con las parroquias de San Xulián, O Campo, Santa María del Puerto y Lourizán. Esta última, a la que pertenecen los barrios pontevedreses de Estribela y Os Placeres y que pertenecÍan a la parroquia matriz de San Xulián que fue "usurpada" en el año 1900 por Eugenio Montero Ríos para anexionar los terrenos a su palacio.
El concurso estaba encabezado casi siempre por una o dos parejas de mayores de 60 años y se establecía un jurado que concedía, al mejor baile y a la pareja que más resistiera, un premio que consistía en una hogaza de pan embadurnada de azafrán y decorada con huevos cocidos embutidos en ella.
La gente joven no podía participar y si no querían presenciar el certamen, como solía ocurrir por no perder su tiempo, se entrega en corro aparte a otros bailes más de su afición.
Se solían bailar muiñeiras y ribeiranas, también se bailaban jotas aunque era mucho menos frecuente.
Con el paso del tiempo esta hermosa costumbre fue perdiendo su tradición y popularidad, sustituidas por otras muchas que carecen de significado y sentimiento, de unas raíces y tradiciones de las cuales llenan de orgullo a nuestros mayores y que si no tomamos parte en ellas o no formamos parte de las mismas, quedarán en el olvido como un paso fugaz por esta preciosa vida.